1. La carbendazima es un fungicida de amplio espectro del grupo de los bencimidazoles y metabolitos de benomilo. Este plaguicida se utiliza para controlar las infecciones de hongos en cultivos de cereales y frutas, incluyendo bananas, fresas, piñas y frutas de pepita. La carbendazima tiene un uso controvertido en plantaciones de macadamia en Queensland (Australia).

2. Se utiliza una solución de un 4,7% de clorhidrato de carbendazima para tratar la grafiosis (enfermedad holandesa del olmo). Algunos estudios han demostrado que la exposición a elevadas dosis de carbendazima provoca infertilidad y la destrucción de tejidos reproductivos en animales de laboratorio.

3. Después de que se demostraran los efectos nocivos del carbendazim, se han reducido los límites máximos para residuos de plaguicidas (MRL). En Europa, las plantaciones de productos frescos tienen un límite de residuos situado entre 0,1 y 0,7 mg/kg, con la excepción del loquat, cuyo límite es de 2 mg/kg. El límite de residuos de plaguicidas en cítricos y frutos de pepitas se sitúa entre 0,1 y 0,2 mg/kg.

Aplicaciones
Se recomienda el uso de la carbendazima para el tratamiento de los siguientes fitopatógenos:

1. Géneros Septoria, Fusarium, Erysiphe y Pseudocercosporella en cultivos de cereales.
2. Géneros Sclerotinia, Alternaria y Cylindrosporium en colza.
3. Cercospora y Erysiphe en remolacha azucarera.
4. Uncinula y Botrytis en uvas.
5. Cladosporium y Botrytis en tomates.
6. Venturia y Podosphaera en frutas de pepita y géneros Monilia y Sclerotinia en frutos de hueso.

Las concentraciones para el uso de este pesticida se sitúan entre 120 y 600g/ha, dependiendo del tipo de cultivo. Para el tratamiento de semillas se necesita una concentración de 0,6 a 0,8 g/kg para controlar de forma efectiva el desarrollo de los hongos del género Tilletia,Ustilago, Fusarium y Septoria en cereales. De igual forma, esta concentración de carbendazima puede utilizarse para controlar el desarrollo de hongos del género Rhizoctonia en cultivos de algodón. Por otro lado, este fungicida puede proteger la fruta de infecciones de hongos durante la fase de almacenamiento, con una concentración de 0,3 y 0,5 g/l.