Desferrizador
La eliminación de hierro del agua se puede llevar a cabo a través de diferentes métodos. La selección del método para eliminar hierro del agua depende de la cantidad de hierro que queremos eliminar, sin tener en cuenta el contenido de magnesio ni las limitaciones sobre el uso de químicos. El método para la eliminación de hierro más utilizado consiste en cambiar el estado ferroso por el estado férrico a través de la oxidación. Este equipo de eliminación de hierro y magnesio transforma las sustancias disueltas en sólidos en suspensión (o partículas).

Normalmente, el hierro se muestra como sustancia disuelta (hierro ferroso) en el agua. A veces, el aire oxida el hierro y se convierte en hierro férrico, que se presenta en forma de sólido en suspensión. La exposición del agua al aire no es suficiente para eliminar totalmente el hierro; por consiguiente, necesitamos un filtro desferrizador para completar el procedimiento.

Oxidación del hierro
Nuestro filtro desferrizador lleva a cabo la oxidación a través de la inyección de agentes oxidantes en el agua (como el hipoclorito sódico y/o permanganato potásico) o aireación del agua, seguida del almacenamiento del agua en un depósito. Cuando la oxidación ha terminado, las partículas de hierro pueden filtrarse de forma mecánica. La filtración mecánica se realiza a través del desferrizador con o sin el uso de materia activa. La materia activa está compuesta por arena verde de magnesio (sustancia granular natural) o arena silícea impregnada o revestida con dióxido de magnesio.

A medida que el agua pasa a través del material filtrante, se produce una oxidación adicional, lo que optimiza la eliminación de hierro.

Para mantener las propiedades activas de este material, es necesario el uso de un agente oxidante (normalmente hipoclorito de sodio y/o permanganato potásico). Estos agentes también causan la oxidación del hierro antes de entrar en el filtro.

Cuando la concentración de hierro es elevada, el proceso de eliminación requiere la aireación, detención e inyección química seguida de filtración con materia activada.

Si no se pueden utilizar químicos, la oxidación puede llevarse a cabo a través de la aireación, almacenamiento en un depósito y filtración a través de un lecho filtrante de dos capas. Las partículas grandes de hierro se depositarán en el depósito y las partículas pequeñas se eliminarán a través del filtro de dos capas.